En
mi trabajo para una agencia del gobierno de España, recibo casi todo
los meses, españoles buscando trabajo, sin documentación y en su gran
mayoría sin condiciones económicas de mantenerse en São Paulo, muchos
vienen a Brasil incentivados por comunidades en el Facebook y reportajes
sobre Brasil, pero fueron pocos los que buscaron información antes de
inmigrar.
Con
el aumento de las restricciones para los extranjeros realizado por las
autoridades brasileñas y la proliferación de páginas que transmiten una
visión tergiversada de la realidad del país, decidí escribir un poco más
sobre el asunto.
Con
el inicio de la Crisis Financiera Internacional y sus efectos en la
economía Europea, Brasil se ha convertido en uno de los principales
destinos para trabajadores de España, Portugal e Italia, revirtiendo el
flujo hasta entonces contrario de la inmigración.
La
estabilidad económica del país latino, el descubrimiento de extensos
pozos de petróleo y gas, las mejorías sociales y las oportunidades
criadas por eventos como los juegos olímpicos y el mundial de futbol,
han despertado el interés de centenas de trabajadores.
Brasil
como todo país en vías de desarrollo, necesita mano de obra calificada
para garantizar su crecimiento económico y mantenerse entre las 10
mayores economías del globo (Actualmente oscila entre la 6ª y 7ª
posición). A pesar de que el país cuente con las mejores universidades
de Latinoamérica y sea el principal centro de investigación y
desarrollo, la oferta de trabajadores calificados no logra satisfacer la
creciente demanda por profesionales, siendo la inmigración una
alternativa.
Pero
no todo resulta ser tan fácil como parece, ya que las autoridades
brasileñas miran con lupa a los inmigrantes y trata de controlar la
entrada de trabajadores extranjeros, para evitar un aumento
descontrolado de la inmigración y
la consecuente concentración de mano de obra en grandes centros,
afectando el equilibrio del mercado de trabajo. Puede incluso parecer
contradictorio que un país con necesidad de mano de obra calificada,
ejerza control sobre la entrada de trabajadores, pero si analizamos de
cerca la economía brasileña y el mercado de trabajo, podemos comprender
tales medidas.
Actualmente
Brasil tiene 6% de paro, siendo esta la media nacional, aunque la
composición de este número puede variar conforme el método utilizado por
el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística) ya que la
distribución de la población brasileña es bastante heterogénea, ciudades
como São Paulo concentra más de 20 millones de personas en su área
metropolitana, mientras que otras capitales como Florianópolis no logra
superar los 500 mil habitantes.
La
distribución de profesionales calificados también es bastante desigual,
según datos recientes en São Paulo, el índice de paro para
profesionales universitarios es de 11% mientras que en Porto Alegre no
supera los 4%. Todo ello se debe a la oferta académica y a la
concentración urbana existente en Brasil, además del modelo de
desarrollo que sigue el país.
Brasil
crece, pero el crecimiento se concentra en las ciudades hasta entonces
marginalizadas del desarrollo concentrado en el eje económico São Paulo –
Rio de janeiro, con lo que la demanda de profesionales se centra en
esos puntos repartidos por el país, en ciudades poco conocidas por los
extranjeros.
El
problema es que los inmigrantes en su gran mayoría, se concentran en
São Paulo y Rio de Janeiro, debido sobre todo a la infraestructura de
estas ciudades y a su aspecto más cosmopolita, siendo
un error, ya que el coste de vida de las dos metrópolis brasileñas
superan a ciudades como Nueva York o Los Ángeles, tener acceso a
servicios considerados básicos en Europa es costoso.
Foto: Ciudad de Macaé, importante polo pretroquimico y puerto de Brasil.
Por
otro lado, algunas profesiones en Brasil, sufren un rígido control,
como es el caso de los médicos, abogados, ingenieros y arquitectos, que
deben convalidar sus diplomas e inscribirse en las asociaciones de
clase, lo que en la gran mayoría de veces supone tener que volver a
estudiar en Brasil antes de poder trabajar, ya que sin la inscripción de
la asociación de clase, no se puede ejercer y pocas son las empresas
que contratan.
Existen
oportunidades en Brasil, pero antes de inmigrar es necesario estudiar
un poco más sobre el país, saber portugués es un buen comienzo ya que el
mercado no suele dar oportunidades para personas que no dominen el
idioma debido a la falta de formación de la población en relación al
español, salvo en
algunos sectores más especializados donde es el inglés la principal
herramienta, además de buscar información acerca de la reglamentación de
cada profesión y si existen restricciones o no, por ultimo es fundamental saber donde se concentra la demanda de profesionales para no llevarse un disgusto.
Los
brasileños son un pueblo receptivo, pero las autoridades no quieren
cometer el error de otros países, la distribución de mano de obra y el
control, evita problemas futuros. Aún así aumentó en 80% el número de
españoles presos en Brasil, sobre todo debido al tráfico de drogas y
personas, además de un incremento substancial de los matrimonios
concertados.
Para
lograr tener acceso a las oportunidades en Brasil, o bien el inmigrante
llega con una oferta de empleo o sino con las condiciones necesarias
para obtener la documentación, sea obteniendo el permiso de trabajo o el
de estudios, aunque este último no le permite trabajar salvo haciendo
prácticas, también es necesario reiterar que el proceso para obtener el
permiso de residencia
en Brasil es bastante complejo y burocrático, puede tardar más de lo
previsto y dificultar bastante la permanencia en Brasil, sin decir que
más del 78% de los permisos son temporários, también hay que recordar que
Brasil aplica la ley de reciprocidad a los ciudadanos españoles, por lo
que la entrada en el país debe cumplir una série de exigencias, caso
contrário la deportación es asegurada.
A continuación, algunas empresas para enviar el currículo:
Wesley S.T Guerra
1 comentários:
Información Awesome .. Me alegro de leer esta información ...
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