Brasil decide en este domingo decide quién va a heredar el legado de Lula, el ya consagrado como mejor presidente de toda la historia del país. El hombre sencillo, obrero, sin estudios universitarios, nacido en la región más pobre de la nació; transformó el país en la 8ª mayor potencia del mundo, liquidó la deuda externa, redujo la tala masiva, introdujo el país en la economía mundial y en la política internacional, redujo la pobreza, llevó a 30 millones de personas a formar la nueva clase media, crió diversas universidades y modernizó la infraestructura de todo Brasil, sin decir que superó la crisis financiera internacional que aún afecta Europa y otras regiones del mundo en menos de 6 meses.

Dilma Rouseff, José Serra y Marina Silva son los candidatos que lideran las encuestas en el orden respectivo. Cada uno de ellos preparados para dar continuidad al crecimiento de Brasil, siendo todos ellos de partidos socialistas, o quizás, partidos neocapitalistas brasileños, pues sin duda el país demostró al mundo una nueva forma de entender al capitalismo, un trabajo integrado en el estado y el sector privado, la interdependencia y la regulación entre ellos.
El nuevo presidente tendrá que organizar la Copa del mundo y dejar los preparativos para las Olimpíadas, dar continuidad a las obras que por enmienda constitucional deben seguir y luchar para lograr dejar su huella en el camino que dejó Lula. Cada uno de los candidatos tienen su bastión, Dilma cree en el crecimiento del país mediante la reducción de la pobreza y la mejora de las leyes y la economía, José Serra defiende la mejora generalizada de los servicios públicos y Maria Silva apuesta por el desarrollo sostenible.
Es la primera vez en la historia de la nación que la población está tan divida entre tres candidatos, siendo ello un reflejo de que nos deparamos con un nuevo Brasil.
En el domingo, la urna electrónica, una invención Brasileña, arrojará los resultados de la economía apuntada por los especialistas como una de las más importantes para el futuro de todo el globo.
Wesley S T Guerra