El crecimiento de la economía Brasileña, produjo profundos cambios en la sociedad, el país pasó de ser un emisor de emigrantes para transformarse en un emisor de turistas ávidos por compras y ofertas culturales.

Entre los planes de la nueva clase media brasileña, está el de hacer su primer viaje al extranjero, donde los precios son muchas veces inferiores a los practicados en puntos turísticos de Brasil y las ofertas culturales son muchas.

Un hotel en Paris por ejemplo, es mucho más barato que uno en Rio de Janeiro, por lo que no es de extrañar que la población muchas veces prefiere gastar su dinero en el extranjero que en Brasil, eso sumado al creciente poder de compra de la población brasileña hizo con que varios países cambiasen su política en relación al tratamiento dado a los brasileños en los aeropuertos, facilitando muchas veces al acceso de los mismos, un ejemplo del cambio fue Estados Unidos, país que cuenta con la mayor parcela de inmigrantes brasileños, vieron que el perfil del viajante brasileño cambió en los últimos años.

Los turistas brasileños son uno de los 10 mayores grupos que visitan a Estados Unidos, en el caso de Miami se posicionan como los primeros. Motivo por el cual la asociación de empresas turísticas de Estados Unidos, solicitó al gobierno que facilitara aun más el acceso de los brasileños, con lo que hubo un refuerzo en todos los consulados de EUA en Brasil para agilizar la emisión de visados para turismo.

Los brasileños también son la segunda nacionalidad que más visitan al museo del Louvre, una de las 5 naciones principales en visitar Roma y la ruta São Paulo-Dubai está entre las principales de la empresa del emirato.

El gasto de los brasileños en el extranjero supera 3 veces el gasto realizado por turistas extranjeros en Brasil. El gasto realizados por los brasileños en el extranjero durante el pasado mes de Enero es de U$1,9 mil millones de dólares, frente a los U$ 661 millones de dólares que dejan los extranjeros en Brasil, teniendo en cuenta que Enero es la temporada alta del turismo en Brasil.

Por otro lado, las tensiones entre Brasil y España, llegaron a un punto en que las autoridades Brasileñas tuvieron que aplicar la famosa ley de reciprocidad, dejando muy claro que lo que molesta a las autoridades brasileñas no es la deportación de inmigrantes ilegales, sino la deportación de personas que cumplen con los requisitos de admisión en España establecidos en el tratado de Schengen.

Como ciudadano brasileño, criado en España y actualmente ex inmigrante, me apena mucho que las autoridades españolas no se hayan dado cuenta de los cambios que ocurrieron en Brasil, al igual que el cambio que ocurrió en España. Siempre y cuando voy a visitar a mi Madre (nacionalizada como española) y familia (españoles) paso por la temible fila de inmigración, siempre con aquella sensación de… ¿Y si hoy me toca a mí?

Felicidades a El País por el excelente artículo “no son inmigrantes, son turistas” http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/02/22/vidayartes/1329943814_691446.html