Foto: Shangai la nueva metropolis mundial - By Skyscrapercity

China es el país más poblado del mundo, con la 4ª mayor extensión territorial y una de las culturas más antiguas del planeta. El gigante asiático, fue durante mucho tiempo un rincón lejano, perteneciente más al imaginario que a la realidad de la sociedad. Para muchos China era tan sólo un lugar donde la gente comía con palillos, andaban en bicicletas y vivían en un estado comunista donde el rojo de las banderas se confundía con los colores de los edificios milenarios.

La entrada de China en la economía mundial, empezó poco a poco, casi sin darnos cuenta; teníamos un lápiz made in China, un cuaderno, después una calculadora y cuando nos dimos cuenta el coche que conducíamos era made in China, la ropa que vestíamos, el celular por el cual hablamos, el ordenador por el que nos conectamos a Internet, todo parecía venir de aquél lejano país.

Con el aumento del poder asiático, los temibles Dragones o Tigres asiáticos del lejano oriente parecían estar acercándose a nuestra realidad. En poco tiempo, teníamos billetes de avión a sitios increíbles, películas cuyos actores no eran los típicos americanos y cambios en nuestra alimentación para adaptarnos a la moda del tofu y la soja.

Ahora sabemos que China es la futura potencia mundial, que superó a los eficientes japoneses, que es la responsable por gran parte del aumento de la demanda mundial y una de las mayores inversoras del globo. China es la señora de Asía que supo armonizar los aspectos políticos más estrictos con una moderna estratégica económica.



FOTO: Rio de Janeiro, Ciudad Olímpica y símbolo de Brasil By Skyscrapercity.com

Brasil por otro lado es el 5º mayor país del planeta y con la 5ª mayor población

Es el BRIC verde, que durante mucho tiempo fue denominado como la “Potencia entre los pobres” ya que siempre tuvo la vocación de ser la voz del lado sur del planeta.

El proceso de industrialización en Brasil fue tardío y su crecimiento es el más reciente entre los BRICS, el país pasó por tiempos difíciles y hace tan sólo 15 años, consolidó su economía con la entrada del Plan Real.

Pero poco a poco Brasil fue marcando presencia en el panorama internacional y en la sociedad global. En primer lugar llegaron las materias primas, sobre todo alimentos y minerales, después llegaron las fuentes de energía como el etanol y del biodiesel, hasta que aviones producidos en Brasil sirven hoy para reducir las distancias globales.

Con el inicio de la segunda década del nuevo milenio. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, componen el grupo que en los próximos 5 años, superará la superpotencia americana, finalizando definitivamente con el mundo unipolar y hegemónico.

El multilateralismo es la evolución natural de la globalización, una vez que la interdependencia global, entre países y bloques económicos, distribuyen de forma más homogénea el desarrollo y el crecimiento mundial.

La unión de los BRICS, corresponde a aproximadamente 25% de la economía mundial y 50% del crecimiento económico del globo. Propiciando la mayor participación de los países periféricos a esas grandes naciones que por su vez integran otros bloques económicos.

Recientemente, la presidenta brasileña, Dilma Rouseff, estuvo en su primer viaje oficial a China.

Las relaciones entre los dos gigantes, son las mejores posibles, ya que China es el mayor socio económico de Brasil, siendo el principal comprador de las commodities brasileñas, además de ser responsable por gran parte de la inversión extranjera realizada en el país latino.

Por otro lado Brasil importa materiales industrializados de China, fabricados tanto por industrias de capital chino como también por unidades fabriles de empresas Brasileñas con filial en Asia, como en el caso de Vale, Gerdau, Votorantin, etc.

Esa unión, tiene sus ventajas e inconvenientes.

Para Brasil: China es el mayor comprador de sus commodities y el país que más invierte en Brasil, pero debido a la gran demanda asiática, las importaciones brasileñas son más rentables para los empresarios, que disminuyen la oferta de productos en el país aumentando la inflación.

Por otro lado la compra de productos de China destinados a cubrir la demanda nacional reducen la competitividad de la industria Brasileña.

Para China: Brasil es el mayor proveedor de materias primas además de ser punto de partida para el resto del continente. Aun así la legislación técnica del país y altos los aranceles dificultan las exportaciones y el acceso a un importante mercado.

La presencia de empresas de capital mixto y empresa Brasileñas en China, compiten directamente con empresas nacionales y aumentan la competitividad de las grandes corporaciones de Brasil. El país latino puede influencia a todos los países periféricos, siendo la principal industria de la región y líder económico.

Esa delicada relación, hacen con que la cooperación sea el camino más rentable para ambos países. Brasil produce y China consume, el flujo inverso debe seguir un acuerdo compactuado entre los dos países que no afecten a su población ni a la competitividad de sus productos.

En el viaje de Dilma, el gobierno logró mantener la fábrica de Embrear en China, además de aumentar las exportaciones Brasileñas de productos industrializados especializados y alimentos, asimismo Brasil debe aumentar las importaciones de productos fabricados en China siempre y cuando no exista similar en el territorio nacional o que se trata de un componente o pieza. De ese modo los dos países salen beneficiados y pueden continuar con su crecimiento.

Brasil ya fue el fiel perrillo americanizado, poco a poco se acerca del gigante rojo, sobre todo cuando el diálogo se hace entre iguales y no entre líder y subordinado, como era entonces…

Wesley S. T Guerra