La reunión del G20 (grupo de las veinte mayores economías del planeta) reforzó la necesidad de restablecer las bases de la economía mundial así como la necesidad de revisar la participación de los países emergentes en el desarrollo de la economía global y de las decisiones globales además de discutir la política de cambio en el mercado internacional.
Desgraciadamente y como se era de esperar el conflicto de interés entre las naciones participantes dificultó la obtención de un consenso.
El hecho es que, los países ricos no quieren perder su liderazgo mundial, amenazado por la creciente importancia de países en vías de desarrollo como Brasil y China, países que se destacaron en los últimos años y que participan de forma activa de la economía y la producción mundial.
China hizo lo de siempre, dejó claro que sus intereses económicos y ambiciones, están por encima de las preocupaciones globales, tales como el medio ambiente, la lucha contra la pobreza y un mercado internacional más justo. No se pude negar el hecho de que aprendieron bien con EUA, que aún autodenominándose paladín de la libertad y del desarrollo, no dudó ni por un segundo en atacar a Irak sin el apoyo internacional, ni le parece afectar mucho el hecho de que es uno de los países que más contamina del globo.
¿Se pude culpar a China por lo que está haciendo? ... Creo que no…
Desgraciadamente los países desarrollados no tienen valor moral para hacerlo, puesto que fueron los grandes contaminantes de la historia, aunque esto no significa que China quedará impune, existen formas de punir las políticas económicas de China.
Lo que me llama más la atención es que la soberanía China no es puesta en ningún momento a juicio, pero en países con Irán, las cosas funcionan de otra forma. Un ejemplo clásico de que al final de todo, estas reuniones tiene como fin único y exclusivo, los intereses económicos, aunque lo llena de eufemismos.
Las alternativas presentadas por otros países en la gran mayoría de veces pasan desapercibidas. Lo que nos trae a la mente el recuerdo de la reunión de Copenhague donde EUA y China se posicionaron en contra de la mayoría de las medidas propuestas, siendo Brasil uno de los defensores del cambio.
Pero al final, las críticas siempre recaen sobre el gigante latino, por tener en sus entrañas, el mayor bosque tropical del planeta. Medidas como el proyecto SIVAM (sistema de vigilancia de la Amazonía) la reducción considerable del deforestamiento (tala masiva) con metas para reducir aún más en los próximos años, la aprobación de uno de los mejores códigos ambientales del mundo y el hecho de tener el suministro energético más limpio del globo, no hacen con que Brasil sea tomado en serio, sino que la demagogia de EUA ´parece ser más efectiva y los rascacielos y obras como “El Nido del pájaro” parecen impactar más… Ya que nunca vi una película americana denunciando los problemas ambientales en China, quien dirá en los Estados Unidos… Aunque eso sí…. Cada año aparece un residencial de lujo donde antes eran los Everglades...
Wesley S. T Guerra