Después de unas merecidas vacaciones en España, he vuelto a Sao Paulo, justo a tiempo para el desfile del orgullo gay, el mayor del mundo según sus organizadores, que cuenta con una media de 3 millones de personas a cada año.

Este año la fiesta ha sido sin duda especial, ya que hace menos de 2 meses, el Supremo Tribunal Federal, aprobó definitivamente la unión entre homosexuales, algo que en práctica ya era posible, pero que necesitaba de un refugio jurídico capaz de garantizar todos los derechos.

El matrimonio gay en Brasil fue denominado como “unión civil estable” para no agredir a los más conservadores, otorga todos los derechos previstos por ley, excepto la adopción, que en este caso es juzgada individualmente según e caso, aunque en Brasil ya existen varias parejas que han adoptado.

A pesar del prometedor panorama y de la fiesta organizada en la Avenida Paulista, la comunidad gay está bastante inconformada con la prohibición del llamado Kit contra la homofobia, producido por el gobierno parar ser distribuido en las escuelas, pero que finalmente fue desaprobado debido a las presiones de los políticos religiosos, sobre todo de iglesias protestantes; desgraciadamente y contra todo pronóstico, Brasil es el país que lidera las agresiones contra homosexuales, superando a países donde la homosexualidad es un crimen. Aun habiendo cambios políticos es necesario extender los cambios sociales al interior del país y a los estados más conservadores, siendo un panorama muy parecido al de los Estados Unidos.

En el año pasado, el gobierno Brasileño agregó al censo por primera vez el número de parejas homosexuales y la concentración de las mismas; los estados del centro sur del país lideran el ranking, siendo también los estados más desarrollados de la nación, aunque las capitales del nordeste también destacaron.

El día del Orgullo Gay de São Paulo es el 2º evento que genera más dinero a las arcas públicas, tan sólo pierde para el campeonato de fórmula 1, siendo la 3ª ciudad donde más se realizan eventos del mundo, es algo bastante impresionante y sin duda alguna se ha convertido en un arma para la comunidad homosexual para luchar por sus derechos.

En el año 2009 Rio de Janeiro fue nombrada la mejor ciudad para los gays de todo el mundo, pero teniendo en cuenta los números, es probable que São Paulo obtenga es record, ya que la ciudad es coleccionadora de records mundiales, sea como sea, la tolerancia es la que sale ganando.

Wesley S. T Guerra